Producto 1
¿Qué entendemos por narrativa?
Es la forma de dar a conocer un hecho histórico o de vivencia directa donde se utiliza mucho la descripción detallada.
La Narrativa es la especialidad literaria que se dedica a contar historias, eventos y sucesos en diferentes modalidades. Las principales modalidades son: El cuento, la novela, la leyenda y el mito.
Todas estas modalidades tienen un factor común que es el hecho de que narran. La narración requiere un principio y un fin y una secuencia de las acciones en el tiempo, que constituyen el hilo narrativo. A través del hilo narrativo seguimos el curso de los acontecimientos que se suceden a través de dos formas: la descripción y el relato. La descripción nos ofrece una profusión de detalles sobre el objeto u evento descrito.
Una narración es un relato en el que intervienen diferentes elementos: personajes que realizan acciones en un espacio y tiempo determinados. Estas acciones se basan en un conflicto o situación inicial que las genera. Estas historias son contadas por un narrador.
Cuando los personajes se trasladan y los hechos narrados suceden en el transcurso del tiempo, deben seguir un orden y estar organizados en secuencia, dando lugar a los diferentes momentos de la narración.
¿Has utilizado la narrativa como recurso didáctico en la asignatura de historia?
Por lo regular cada vez que se empieza una de las lecciones.
PROFR. RUBEN FIGUEROA GARCIA
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¿Que entendemos por narrativa?
El recurso de expresión oral o escrito que nos permite contar y conocer a detalle sucesos acontecidos o creados, haciendo uso de la descripción, con el fin de introducir en el receptor una idea clara de lo relatado.
¿Has utilizado la narrativa como recurso didáctico en la asignatura de historia?
Los textos históricos son narraciones de hechos acontecidos, pero en ocasiones muy generalizados, por lo que los docentes recurrimos a la alternativa de hacer de esos hechos una historia platicada, de acuerdo con información recopilada y preparada, y utilizando nuestras propias palabras. De esta manera los alumnos aprenden a platicar la historia utilizando así el recurso de la narrativa.
ANGELA DEL CARMEN ZAMORANO DELGADO
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¿Qué entendemos por narrativa?
Expresar en forma oral los sucesos que ocurren en un determinado tiempo y espacio, donde el autor narra de forma detallada, todas las vivencias de los personajes y despertar la imaginación de los lectores.
¿Has utilizado la narrativa como recurso didáctico en la asignatura de historia?
Si, se empapa uno tanto de las lecciones de los libros que con los años, trabajando con un mismo grado y leyendo los mismos datos, podemos manejar la narración.
ISABEL CRISTINA ROSAS SANTIAGO
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¿Qué entiendo por narrativa?
La narrativa es un medio de comunicación oral o escrito perteneciente al género literario, el cual utilizamos para expresar con detalle un acontecimiento propio, ajeno o leído en algún tipo de texto., se apoya en la descripción para hacer más claro, interesante y comprensible el suceso.
Profa. Beatriz Hernández Severino
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Producto 2
LA NARRATIVA.
LA REBELION CRISTERA.
“Es mejor usar como arma el dialogo y no la fuerza”
Durante el periodo de gobierno del entonces presidente de la República Plutarco Elías Calles y específicamente de 1926 a 1929, las malas relaciones que imperaban entre el gobierno y la iglesia católica dieron como resultado la llamada “Guerra Cristera” o “Rebelión Cristera”.
Cómo antecedente importante a este hecho, esta la ley iglesias promulgada por Don Benito Juárez García, durante el periodo de la Reforma, la cual ocasionó una ruptura entre iglesia y gobierno, pero la constitución de 1917 mostraba en los artículos 3°, 5°, 24, 27 Y 130 que era abiertamente anticlerical. El gobierno consideraba que la religión era un signo de atraso y que debía liberar las mentes de los mexicanos, por lo que a manera de estrategia, estableció una nueva iglesia para que compitiera con la católica. Pero como agredir así a un pueblo que se refugiaba en su fe para seguir adelante, era de esperarse una reacción por parte del clero ,por lo que el arzobispo condenó públicamente varios de los artículos de la carta magna y como consecuencia de este acto el gobierno expulso a 200 sacerdotes extranjeros y al enviado papal., así como también decretó la ley calles en la que reglamento el artículo 130 constitucional, en dicha ley se ordenaba el cierre de las escuelas religiosas y se expulsaba del país a los sacerdotes extranjeros., además también obligaba a los sacerdotes nacionales a conseguir su registro en la secretaría de gobernación , se le prohibía el culto externo como las procesiones y no se le recocían los derechos políticos. Todas estas acciones tomadas por el gobierno federal, ocasionaron que los rebeldes católicos, se levantaran en armas a la defensa de su fe, al grito de “¡Viva Cristo Rey!” no importándoles la desigualdad de condiciones que los ponían en grande desventaja con respecto al ejército, que contaba con mejor armamento y experiencia de lucha.
Si el gobierno en esa época hubiera aplicado el dicho de que “Hablando se entiende la gente” esta guerra tan desigual se hubiera podido evitar, si el presidente Calles en lugar de querer imponer la constitución hubiera dialogado con los líderes eclesiásticos a manera de llegar a un acuerdo, don ambas partes se vieran beneficiadas, porque si bien hacía falta un cambio en cuanto al poder que la iglesia tenía, en ese tiempo, ese cambió podría a verse logrado paulatinamente sin necesidad de haber sufrido tres años de guerra, donde murieron tantos mexicanos. Si no hubiera sido por la oportuna intervención del ex presidente Álvaro Obregón, el cual contribuyó junto con el norte americano Morrow para arreglar un encuentro, en donde ambas partes, llegaron a un acuerdo y en junio de 1929 ya siendo presidente de la República Emilio portes Gil se le otorgó el indulto a los Cristeros de lo contrario hubieran sido indudablemente aniquilados.
Qué este hecho histórico nos sirva como reflexión, que antes de llegar a las armas hay que dialogar y buscar soluciones pacíficas y así evitaremos conflictos mayores.
Profesora: Beatriz Hernández Severino.
La Guerra Cristera (1926-1929)
La Guerra Cristera fue una de las más sangrientas que ha tenido la Historia de México; se calcula que durante los tres años de conflicto perdieron la vida cerca de 50 000 mexicanos.
Para combatir a los cristeros, el ejército echó mano de los agraristas, campesinos beneficiados por el reparto de la tierra, a quienes armaba y desarmaba según la necesidad. Estos agraristas quedaron en medio del conflicto, pues eran tan católicos como los cristeros, pero dependían del gobierno para proteger sus parcelas.
Por su parte, varios generales cometieron muchos excesos, un caso representativo es el del general Eulogio Ortiz, quien fusiló a uno de sus soldados por el simple hecho de llevar un escapulario al cuello. Se cuenta que al grito de ¡Viva Cristo Rey!, los soldados, respondían ¡Viva Satán!, lo que terminó, en algunas ocasiones por dar a la lucha el matiz de guerra santa concebido desde el inicio por los cristeros.
Cuando los cristeros se retiraban de alguna población en la víspera de la llegada de los federales, éstos últimos, al no obtener información sobre las actividades de aquellos, aplicaban severas y crueles represalias contra la población civil, tales como el saqueo, la profanación de templos y objetos de culto y en ocasiones la ejecución de sacerdotes.
De los pocos sacerdotes guerrilleros que se tiene noticia, se cuenta a Aristeo Pedroza, Comandante General de Los Altos de Jalisco, y José Reyes Vega, a quien se le ha llamado “El Pancho Villa con sotana” debido a su crueldad en el campo de batalla. Ambos reconocidos estrategas militares natos, aunque el segundo se ha vuelto famoso por el descarrilamiento y asalto al tren en La Barca, Jalisco, en abril de 1927, en el que se cometieron toda clase de abusos y finalmente se le prendió fuego con todo y gente adentro.
En la parroquia de la virgen del Rosario en Alvarado, ver. Un día domingo del año 1925, nos encontramos escuchando el sermón del padre Felipe, quien tiene una intención clara de enajenar a sus fieles pescadores que asistían sin fallar a sus misas aunque ya se sabían de memoria los rezos que haría diariamente….
Después de misa los pescadores se juntaban a platicar y comentaban en practicar los actos religiosos que la santa iglesia demandaba, mientras tanto el padre se encontraba en el curato de la iglesia comiendo y conversando con sus ayudantes acerca de las ideas juaristas que perjudicaban principalmente a la iglesia y comentaban cómo hacer para que el gobierno no los continuara atacando, el padre Anacleto estaba más que nada preocupado por que el perdería sus propiedades y con ello su cómoda vida.
Pasado un año (1926), los clérigos del país se habían puesto de acuerdo en tomar las armas si eran necesarios, yendo al frente los campesinos que creían fielmente en la religión. Ya que los sacerdotes se habían dado a la tarea de convencerlos de la importancia de defender las pertenencias de la iglesia.
Y con el grito “VIVA CRISTO REY” “VIVA SANTA MARIA DE GUADALUPE” dio inicio en los estados de Jalisco, Guanajuato, Michoacana y Zacatecas para luego extenderse por toda la nación el levantamiento armado llamado “Guerra Cristera”, donde muchos de sus participantes ni siquiera sabían el objetivo real de esta lucha, ellos solamente buscaban su salvación.
Mientras los sacerdotes permanecían escondidos dirigiendo el movimiento aprovechándose de la ignorancia del pueblo.
Profr. Rubén Figueroa García.
La rebelión Cristera es una de las épocas que abarca el México contemporaneo
Siendo Presidente de la República Plutarco Elías Calles, quien es pieza fundamental de esa lucha, obligó a las compañías petroleras extranjeras a que respetaran lo establecido en la constitución que nos rige.
La Iglesia Católica también se oponía a respetar nuestras leyes y esto motivó que el presidente Calles prohibiera el cultoexterno, las procesiones, el derecho político de los sacerdotes, etc.
Las medidas tomadas por el señor presidente provocaron que los integrantes de la iglesia católica se rebelarán en contra del gobierno.
Así se inicia la Rebelión Cristera llamada de esta manera porque el grito de guerra fue "Viva Cristo Rey" pensando que con esto ablandarías la postura del Sr. Presidente.
Dicha lucha tuvo una duración de 3 años en la que centenares de católicos no conocedores de las armas, murieran..
La llegó cuando la iglesia y el estado llegaron a un acuerdo.
Isabel Cristina Rosas Santiago
Calles: Ejemplo de lucha y prosperidad o muestra de dominio y poder.
Miembro activo de la lucha revolucionaria y como parte del ejército constitucionalista, Plutarco Elías Calles desarrollo una verdadera trayectoria política llena de dinamismo y polémica.
Fue gobernador de Sonara y Secretario de Estado en el gobierno de Venustiano Carranza. Apoyó a Obregón en el levantamiento contra el presidente por no haber sido elegido candidato presidencial, y con este último ocupó los cargos de Secretario de guerra y Marina y de gobernación. Al acercarse el fin de su gobierno, Obregón lo designa candidato para ser su sucesor, por lo que Adolfo de la Huerta y otros altos mandos del ejército se inconforman, constándole la vida a varios antiguos generales revolucionarios.
Su periodo gubernamental estuvo marcado por una incansable creación de instituciones fundamentales para la vida del país. Entre 1924 y 1928 nacieron el Banco de México, la Comisión Nacional de Irrigación, los Talleres Gráficos de la Nación, el Banco Nacional de Crédito Agrícola, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, la Dirección General de Educación Secundaria y la Orquesta Sinfónica Nacional. Además comenzó a desarrollarse la infraestructura carretera y se construyeron los primeros distritos de riego en el país.
Calles, sin duda alguna, fue uno de los principales creadores de las instituciones que definirían la vida del país durante el siglo XX.
Pero los problemas no estuvieron fuera de su mandato, pues en los últimos dos años de su gestión tuvo que enfrenar serias situaciones como las provocadas por el apego a la aplicación estricta de la Constitución contra compañías petroleras extranjeras y la iglesia católica, así como el asesinato del presidente electo Álvaro Obregón. En el primero, Estados Unidos estaba molesto por la limitación de privilegios económicos que aplicaba la ley, pero Calles, con su dinamismo y astucia logró un acuerdo con el embajador norteamericano no sin antes, en represalia por la amenaza estadounidense de repatriar a los mexicanos que vivían en su territorio, desatar una feroz campaña contra chinos que habitaban desde la época porfirista en el noroeste del país. Después, en 1926, la iglesia católica rechazó la Constitución por considerarla anticlerical y el arzobispo la condenó públicamente. Ante esto, el presidente decretó la Ley Calles que reglamentaba el artículo 130 y ordenaba el cierre de escuelas religiosas y la expulsión de sacerdotes extranjeros, medida que desató un estira afloja entre el gobierno y la Iglesia, e inició una lucha armada conocida como “Guerra Cristera” en la que muchas personas murieron y se extendió hasta que en 1929 el ya presidente Pascual Ortiz Rubio decidió no aplicar las leyes promulgadas. En el último conflicto de su mandato tuvo que desafiar a los seguidores de Obregón que aseguraban, aunque no contaban con pruebas de que la muerte del Caudillo era resultado de una conspiración señalando al presidente y al líder de la CROM como posibles responsables. Frente a la crisis inminente, Calles -con un golpe marcado por la astucia y la habilidad política- entregó las investigaciones del magnicidio a los propios obregonistas. Con un solo movimiento mostraba su probable inocencia y daba a los políticos heridos la posibilidad de vengarse.
Pero la astucia de Calles no se limitó a entregar la persecución y el juicio a los obregonistas. El 1 de septiembre de 1928, durante su informe al Congreso, declaró que había concluido el régimen de los caudillos para ingresar a la etapa de las instituciones. Estas brevísimas palabras significaban la creación del partido oficial, la institución que congregaría a todas las fuerzas nacionales y salvaría de manera pacífica los obstáculos de la sucesión. Tres meses más tarde, Emilio Portes Gil rindió protesta como presidente provisional. Un hombre cercano al Caudillo ocupaba Palacio Nacional y con ello las aguas volvieron a su curso. El brevísimo mandato de Portes Gil estuvo marcado por la apremiante necesidad de concluir de la mejor manera posible con todos los conflictos: en 1929 aplastó un levantamiento militar, al tiempo que firmó los convenios que daban por terminado el conflicto religioso, así como el decreto que otorgaba la autonomía a la universidad. Incluso, durante su bienio, el reparto agrario tomó nuevos bríos como una medida de pacificación.
Al concluir la presidencia de Portes Gil era perfectamente claro que el poder del país no residía en Palacio Nacional, pues Plutarco Elías Calles, en su calidad de Jefe Máximo de la Revolución, era quien controlaba los hilos de la política. El Maximato -es decir, el régimen del Jefe Máximo- estaba en marcha.
Gracias a su poder, el Jefe Máximo logró imponer como presidente a un oscuro general e ingeniero: en 1930, Pascual Ortiz Rubio llegó a Palacio Nacional sabiendo que Calles era quien verdaderamente gobernaba al país. Para el Jefe Máximo, el gobierno de Ortiz Rubio tenía tres funciones básicas: continuar con el proceso de institucionalización de la vida nacional; garantizar la autodeterminación de los mexicanos, misma que se materializó gracias a la publicación de la Doctrina Estrada y, sobre todo, la necesidad de cerrar los espacios para la disidencia; justo por ello -y luego de algunos enfrentamientos con los representantes obreros- se promulgó la primera Ley federal del trabajo.
El breve gobierno de Ortiz Rubio no estuvo exento de problemas; en 1930, Daniel Flores atentó contra su vida sin graves consecuencias y, cuando intentó imponer su autoridad, el Jefe Máximo se lanzó en su contra y provocó una crisis política que lo obligó a renunciar el 2 de septiembre de 1932.
La caída de Ortiz Rubio obligó al Jefe Máximo a volver a ejercer su papel de gran elector: uno de sus subordinados de confianza, Abelardo L. Rodríguez -quien en aquellos momentos estaba mucho más interesado en sus negocios que en la acción política- se convirtió en el presidente sustituto que supuestamente gobernaría al país de 1932 a 1934.
La capacidad de acción de Abelardo L. Rodríguez era mínima -no era casual que en tiempos del Maximato se hiciera un chiste señalando la casa presidencial: "el que vive ahí es el Presidente, pero el que manda vive enfrente"- y, salvo raras excepciones, siguió a pie juntillas los dictados de Calles con el fin de concentrar el poder en sus instituciones gracias a medidas como el salario mínimo, la educación popular y el reparto agrario.
En 1934, los vientos de la sucesión volvieron a cobrar fuerza y el Jefe Máximo realizó la que se convertiría en su última elección al designar como candidato a un antiguo amigo y subordinado: Lázaro Cárdenas, quien recibió en los comicios un sorprendente 98.19% de los sufragios. La apuesta en favor de Cárdenas no parecía descabellada, el michoacano lo había acompañado en la rebelión delahuertista y había sido un fiel guardián de sus políticas en todos los cargos que había desempeñado. Al parecer, la tutela de Calles no enfrentaría ningún problema. Incluso, consideró que su sexenio -mismo que transcurriría de 1934 a 1940- consolidaría la vida institucional de México gracias a un instrumento que recordaba la planeación en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: el Plan Sexenal que comenzó a elaborarse durante el gobierno de Abelardo L. Rodríguez.
La victoria electoral de Lázaro Cárdenas no sorprendió a nadie, el partido oficial era una aplanadora implacable y el Jefe Máximo conservaba su poder casi absoluto sobre las instituciones. Nadie, absolutamente nadie, podía oponerse a sus designios. Así, al iniciarse el nuevo gobierno, Cárdenas comenzó a vivir bajo la sombra de Calles. Sin embargo, a mediados de 1935, y ante la sorpresa generalizada, el nuevo presidente entró en conflicto directo con Calles, pero, en vez de renunciar como la había hecho Ortiz Rubio, empleó a fondo el poder de su investidura: exigió la renuncia a su gabinete, se sirvió de su cualidad de jefe de las fuerzas armadas y obligó a Plutarco Elías Calles a abandonar el país. Cuentan algunos que, en el preciso instante en que el Jefe Máximo partió al extranjero, llevaba bajo el brazo un libro: Mi lucha, de Adolfo Hitler.
La ruptura de Cárdenas y Calles -uno de los momentos más álgidos de la vida política mexicana del siglo XX- no sólo significó el fin del Maximato, sino que también terminó con quince años de predominio de la dinastía sonorense cuyo poder nació con la muerte de Venustiano Carranza.
La derrota del Jefe Máximo implicó la "descallización" del país y, en consecuencia, muchos de sus seguidores partieron a otras naciones o, simplemente, aceptaron el nuevo mando.
Los tiempos habían cambiado de manera definitiva.
ANGELA DEL CARMEN ZAMORANO DELGADO
Producto 3
¿Cómo usarías la narrativa para la enseñanza de la historia?
Estamos conscientes que para conocer y dar a conocer acontecimientos de la vida, hacemos uso de los textos narrativos elaborados por testigos o analistas de las situaciones.
Yo hago uso de la narrativa como estrategia para introducir información de un tema con términos que puedan comprender y empleando comparaciones que me ayuden a incorporar a los alumnos en el entendimiento de la situación o evento.
También con los alumnos la utilizo para evaluar, pues procuro escuchar con sus palabras, de una manera espontánea, la información comprendida, ayudándolos por su puesto con cuestionamientos específicos que ellos puedan desarrollar.
Ángela del Carmen Zamorano Delgado
La narrativa es la estrategia de mayor utilidad para enseñanza de la historia, considerando que ayuda a despertar el interés y el gusto por dicha materia.
Narrar los hechos acontecimientos ocurridos a través de los siglos en el mundo, echan a volar la imaginación de los alumnos y hace que se sientan parte del acontecimiento, además también la disfrutan, la investigan comparten con los compañeros.
Como docente estoy casi segura que muchos la utilizamos en nuestro proceso de la enseñanza aprendizaje.
Isabel Cristina Rosas Santiago.